¿Qué es un Challenge Test para Productos Cosméticos y Por Qué es Importante?
- Daniel Jiménez
- 25 mar
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 10 abr
El Challenge Test, es un análisis microbiológico esencial para garantizar la seguridad de un producto cosmético a lo largo de su vida útil. Según lo establecido en la norma ISO 11930:2019, este procedimiento consiste en exponer la fórmula del cosmético a una serie de microorganismos específicos con el fin de evaluar la eficacia de su sistema conservante.
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¿Por qué se realiza un Challenge Test?
De acuerdo con las Directrices Técnicas publicadas por la Comisión Europea en materia de evaluación de la seguridad cosmética, todo fabricante debe demostrar que su producto se mantiene estable y seguro durante su uso habitual. Un cosmético contaminado con microorganismos puede causar irritaciones, infecciones o reacciones adversas en la piel.
El Challenge Test permite
Verificar la eficacia de los conservantes: Confirma si el sistema conservante detiene el crecimiento de microorganismos.
Asegurar la estabilidad microbiológica: Garantiza que el producto se mantenga libre de contaminación durante todo su ciclo de vida.
Cumplir la normativa legal: Es un requisito indispensable dentro del expediente de información de producto (PIF), tal como señala el Reglamento (CE) 1223/2009.
Challenge Test: ¿Cómo se lleva a cabo?
Aunque los detalles pueden variar según el tipo de producto y la metodología exacta aplicada, la norma ISO 11930:2019 describe el procedimiento de forma estandarizada:
Selección de microorganismos: Se suelen emplear cepas de referencia recomendadas por organismos oficiales (p. ej., Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli, Candida albicans y Aspergillus brasiliensis).
Inoculación del producto: Se introduce intencionalmente una cantidad conocida de cada microorganismo en la muestra cosmética.
Período de incubación: El producto se almacena en condiciones controladas (temperatura y humedad) durante 28 días para permitir la posible proliferación de los microbios.
Medición periódica: A intervalos establecidos, se toma una muestra y se determina si la población de microorganismos ha disminuido de forma efectiva o se ha mantenido dentro de niveles seguros.
Interpretación de resultados: Se comparan los recuentos finales de microorganismos con los umbrales de reducción exigidos en la norma ISO 11930 para confirmar la idoneidad del sistema conservante.
En definitiva, el Challenge Test no es solo un requisito regulatorio, sino una herramienta clave para ofrecer productos cosméticos de alta calidad, seguros y que se mantengan estables a lo largo de su vida útil.
Asegurarse de llevarlo a cabo correctamente, siguiendo las pautas de la norma ISO 11930 y la legislación europea vigente, es fundamental para garantizar la confianza de los consumidores y la reputación de la marca.
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